7 de Julio,
San Fermín! G2H 2017. Segunda y última gran cita de mi calendario trailero
2017. Repito cartel con mi compañero y camarada David, y se suma otro David,
debutante en la Prueba pero con Km navegados en la modalidad.
Corrían las 22.30 h cuando entramos al ya muy poblado corralito, con la tranquilidad que te da no ser la primera vez que haces algo así, pero con el total respeto y humildad a la dureza de la prueba.
23.00h ,tras
el respetuoso aurresku se baja la bandera y salimos todos arropados por la siempre
agradecida afición del Goierri. Tras los primeros km por el asfalto de Beasain
y sin dejar de oír los aplausos y gritos de ánimo de los beasaindarras nos
adentramos bajo una molesta nieblina al terreno que nos iba a acompañar las
próximas horas. La humedad era muy alta pero la temperatura agradable.
A un ritmo
cómodo pero constante arañamos los primeros y menos exigentes km antes de
llegar a Larraitz. Sin tomarnos mucho tiempo y tras cargar bidones encaramos el
siempre espectacular y respetuoso ascenso al Txindoki. La nieblina seguía en
nuestras cabezas y la humedad en el ambiente. Los primeros metros sentí frio,
pero tampoco estaba para térmico y chubasquero, así que lo mejor para entrar en
calor a dar “gas” en la subida. Con prudencia pero constancia llegamos a media
ascensión, donde nos encontramos con el primer regalazo de la prueba. La niebla
quedó de repente a nuestros pies permitiéndonos ver el cielo estrellado y la
luna llena brillar. Esto, sumado a un ascenso de la temperatura, nos facilitaron
mentalmente mucho el último tramo del ascenso.
Al clásico y
espectacular son de la Txalaparta y con decenas de frontales en línea por delante
y por detrás llegamos a Txindoki. El aire azotaba fuerte pero el paisaje era
increíble. A nuestra izquierda una amenazante tormenta eléctrica nos iluminaba
el cielo cada 20 segundos. El viento soplaba en dirección a la tormenta, lo que
finalmente impidió que nos callera encima. Buena librada!
Tras los
posteriores sube-baja y con un fuerte viento de cara llegamos a Lizarrusti,
donde pese a ser casi las 05.00h dos emblemáticos KKT-eros, Iker e Imanol, nos
recibieron entre gritos. Tras un cafecito rápido juntos y recibir referencias
de cómo íbamos tiramos millas hacia Etzegarate. Nos esperaba el tramo más
largo, en distancia y en lo psicológico.
Corrían casi
las 07.00 h cuando apagamos el frontal y afrontamos los últimos km hasta llegar
a Etzegarate. Bien de fuerzas y mejor psicológicamente decimos a falta de 2 km
pegar un apretón hasta el avituallamiento, donde nos esperaría un merecido
descanso.
Pero a veces
la realidad te cambia el plan en un segundo, y esto fue lo que
desafortunadamente nos ocurrió. David dio un mal paso torciéndose un tobillo de
manera irreversible. La inmediata inflamación nos avisó sin lugar a replica que
la carrera para mi camarada había terminado. Una pena, y más cuando las
sensaciones de ambos eran muy buenas. Tuvimos mucha suerte de que el percance
ocurrió cerca del siguiente avituallamiento, y que pese a lo fuerte del esguince
David podía apoyar el pie. Esto nos permitió poco a poco bajar andando sin
necesidad de asistencia.
Cabizbajos y
con la frustración lógica del momento, llegamos a Etzegarate, donde nuevamente
Iker e Imanol nos estaban esperando. Esta vez no hubo café juntos, sino una amarga
separación. Ellos con David por un lado y yo por otro, camino a la meta que
prometí a David que iba a alcanzar en un tiempo significantemente más bajo que
el año pasado.
Primeros y
muy costosos metros en solitario. El incidente ocurrido me sacó de la carrera.
Estaba descentrado y bastante perdido. Perdí el ritmo totalmente. Pero como no
podía ser de otra forma m a m le fui dándole la vuelta, llegando a San Adrian
nuevamente enchufado. Tome y comí algo rápido e inicie el ascenso a Aitzgorri
sin mirar atrás.
Con un ritmo
muy prudente pero continuo comencé a arañar el importante desnivel de la
subida. Es una cumbre muy exigente y más teniendo en cuenta los 62 km que
llevaba en las piernas. Prueba de la dificultad fue el inesperado y fuerte desfallecimiento
que me dio ya casi al final de la subida. En 20 segundos perdí toda la fuerza y
me tuve que parar. Las piernas tenía bien, con lo cual rápidamente me percaté
que con unos bocados de energía me iba a recuperar. Y así fue, me comí la mitad
de la reservas alimentarias que me quedaban, un buen trago de agua y nuevamente
operativo. Por suerte no estuve más de 10 min parado.
Sin prisa pero sin pausa y bajo un agradable “resolillo” que me dio la vida (el desfallecimiento me destempló bastante) hice cumbre. Digo dar la vida, porque no me podía quitar de la cabeza durante toda la ascensión lo que iba a suponer bajar Aitzgorrri mojado + 65 km en las piernas. Así que llegar arriba y ver que todo estaba seco le quitaron muchos problemas a mis ya cansadas piernas.
Descenso a
Urbia, y tras la última ascensión y descenso importante llego a Ausurtza. Lo
más difícil estaba hecho y aún me quedaban fuerzas. Con una ya agradable
temperatura y con la intención de correr prácticamente todo hasta meta partí a
comerme los últimos 20 km. Pronto me di cuenta que podía correr, pero no al
ritmo que quería. Me empezaron a doler bastante las rodillas y me costaba subir
ritmo. Pero lo más importante era que podía correr.
Llegada al
frontón de Mutiloa. Llenar depósitos y sin apenas pararme seguí la marcha.
Desde el inicio de este último tramo me di cuenta de que el cansancio me iba a
traicionar la idea de ir a un ritmo mucho más rápido. Cada km se me hizo muy
largo. Las rodillas me seguían doliendo y ya se hacía muy cuesta arriba el
asfalto que nos separaba de la meta. A falta de 5 km me junté con otros 3
corredores para juntos y con buena armonía pisar ya el terreno firme de
Beasain. La gloria nos estaba esperando.
No eran las
16.00 h todavía cuando encaro la cuesta de la gloria. Con mi compañera en una
mano y mi vástago en otro cruzamos los tres victoriosos la línea de meta. Los
tres habíamos sido ganadores. Yo por terminar con un tiempo significativamente
mejor que el del año pasado y mi familia por permitirme siempre de buena gana
poder hacerlo realidad. Todos nos sacrificamos, pero luego todos ganamos. G2H.
Finisher 2017!!! Misión cumplida.
Termino haciendo una especial mención al otro ganador de nuestra carrera, que
pese a no poder terminarla ha demostrado estar más que a la altura para en el
futuro comerse el crono de la misma. Va por ti David. Seguiremos compartiendo
Km con la misma ilusión.
Agradecimiento
especial a Iker e Imanol por su exquisita atención a David en momentos poco
agradables para él. Mila esker bikote.
Sobre la
organización y la afición del Goierri creo que ya todo está dicho. Marcando la
diferencia cuidando los pequeños detalles. Zorionak denoi.
Gora KKT eta
gora KKT-roak