domingo, 16 de julio de 2017

G2H. 2017


7 de Julio, San Fermín! G2H 2017. Segunda y última gran cita de mi calendario trailero 2017. Repito cartel con mi compañero y camarada David, y se suma otro David, debutante en la Prueba pero con Km navegados en la modalidad.

 La tarde amenaza tormenta y el calor aprieta. No son las mejores condiciones climatológicas para empezar una larga prueba de 88 Km, pero tampoco las peores. Así que como siempre y sin escusas nos enfundamos el traje de faena y al tajo.

Corrían las 22.30 h cuando entramos al ya muy poblado corralito, con la tranquilidad que te da no ser la primera vez que haces algo así, pero con el total respeto y humildad a la dureza de la prueba.

23.00h ,tras el respetuoso aurresku se baja la bandera y salimos todos arropados por la siempre agradecida afición del Goierri. Tras los primeros km por el asfalto de Beasain y sin dejar de oír los aplausos y gritos de ánimo de los beasaindarras nos adentramos bajo una molesta nieblina al terreno que nos iba a acompañar las próximas horas. La humedad era muy alta pero la temperatura agradable.

A un ritmo cómodo pero constante arañamos los primeros y menos exigentes km antes de llegar a Larraitz. Sin tomarnos mucho tiempo y tras cargar bidones encaramos el siempre espectacular y respetuoso ascenso al Txindoki. La nieblina seguía en nuestras cabezas y la humedad en el ambiente. Los primeros metros sentí frio, pero tampoco estaba para térmico y chubasquero, así que lo mejor para entrar en calor a dar “gas” en la subida. Con prudencia pero constancia llegamos a media ascensión, donde nos encontramos con el primer regalazo de la prueba. La niebla quedó de repente a nuestros pies permitiéndonos ver el cielo estrellado y la luna llena brillar. Esto, sumado a un ascenso de la temperatura, nos facilitaron mentalmente mucho el último tramo del ascenso.

Al clásico y espectacular son de la Txalaparta y con decenas de frontales en línea por delante y por detrás llegamos a Txindoki. El aire azotaba fuerte pero el paisaje era increíble. A nuestra izquierda una amenazante tormenta eléctrica nos iluminaba el cielo cada 20 segundos. El viento soplaba en dirección a la tormenta, lo que finalmente impidió que nos callera encima. Buena librada!

Tras los posteriores sube-baja y con un fuerte viento de cara llegamos a Lizarrusti, donde pese a ser casi las 05.00h dos emblemáticos KKT-eros, Iker e Imanol, nos recibieron entre gritos. Tras un cafecito rápido juntos y recibir referencias de cómo íbamos tiramos millas hacia Etzegarate. Nos esperaba el tramo más largo, en distancia y en lo psicológico.

Corrían casi las 07.00 h cuando apagamos el frontal y afrontamos los últimos km hasta llegar a Etzegarate. Bien de fuerzas y mejor psicológicamente decimos a falta de 2 km pegar un apretón hasta el avituallamiento, donde nos esperaría un merecido descanso.

Pero a veces la realidad te cambia el plan en un segundo, y esto fue lo que desafortunadamente nos ocurrió. David dio un mal paso torciéndose un tobillo de manera irreversible. La inmediata inflamación nos avisó sin lugar a replica que la carrera para mi camarada había terminado. Una pena, y más cuando las sensaciones de ambos eran muy buenas. Tuvimos mucha suerte de que el percance ocurrió cerca del siguiente avituallamiento, y que pese a lo fuerte del esguince David podía apoyar el pie. Esto nos permitió poco a poco bajar andando sin necesidad de asistencia.

Cabizbajos y con la frustración lógica del momento, llegamos a Etzegarate, donde nuevamente Iker e Imanol nos estaban esperando. Esta vez no hubo café juntos, sino una amarga separación. Ellos con David por un lado y yo por otro, camino a la meta que prometí a David que iba a alcanzar en un tiempo significantemente más bajo que el año pasado.

Primeros y muy costosos metros en solitario. El incidente ocurrido me sacó de la carrera. Estaba descentrado y bastante perdido. Perdí el ritmo totalmente. Pero como no podía ser de otra forma m a m le fui dándole la vuelta, llegando a San Adrian nuevamente enchufado. Tome y comí algo rápido e inicie el ascenso a Aitzgorri sin mirar atrás.

Con un ritmo muy prudente pero continuo comencé a arañar el importante desnivel de la subida. Es una cumbre muy exigente y más teniendo en cuenta los 62 km que llevaba en las piernas. Prueba de la dificultad fue el inesperado y fuerte desfallecimiento que me dio ya casi al final de la subida. En 20 segundos perdí toda la fuerza y me tuve que parar. Las piernas tenía bien, con lo cual rápidamente me percaté que con unos bocados de energía me iba a recuperar. Y así fue, me comí la mitad de la reservas alimentarias que me quedaban, un buen trago de agua y nuevamente operativo. Por suerte no estuve más de 10 min parado.

Sin prisa pero sin pausa y bajo un agradable “resolillo” que me dio la vida (el desfallecimiento me destempló bastante) hice cumbre. Digo dar la vida, porque no me podía quitar de la cabeza durante toda la ascensión lo que iba a suponer bajar Aitzgorrri mojado + 65 km en las piernas. Así que llegar arriba y ver que todo estaba seco le quitaron muchos problemas a mis ya cansadas piernas.

Descenso a Urbia, y tras la última ascensión y descenso importante llego a Ausurtza. Lo más difícil estaba hecho y aún me quedaban fuerzas. Con una ya agradable temperatura y con la intención de correr prácticamente todo hasta meta partí a comerme los últimos 20 km. Pronto me di cuenta que podía correr, pero no al ritmo que quería. Me empezaron a doler bastante las rodillas y me costaba subir ritmo. Pero lo más importante era que podía correr.

Llegada al frontón de Mutiloa. Llenar depósitos y sin apenas pararme seguí la marcha. Desde el inicio de este último tramo me di cuenta de que el cansancio me iba a traicionar la idea de ir a un ritmo mucho más rápido. Cada km se me hizo muy largo. Las rodillas me seguían doliendo y ya se hacía muy cuesta arriba el asfalto que nos separaba de la meta. A falta de 5 km me junté con otros 3 corredores para juntos y con buena armonía pisar ya el terreno firme de Beasain. La gloria nos estaba esperando.

No eran las 16.00 h todavía cuando encaro la cuesta de la gloria. Con mi compañera en una mano y mi vástago en otro cruzamos los tres victoriosos la línea de meta. Los tres habíamos sido ganadores. Yo por terminar con un tiempo significativamente mejor que el del año pasado y mi familia por permitirme siempre de buena gana poder hacerlo realidad. Todos nos sacrificamos, pero luego todos ganamos. G2H. Finisher 2017!!! Misión cumplida.

Termino  haciendo una especial mención al otro ganador de nuestra carrera, que pese a no poder terminarla ha demostrado estar más que a la altura para en el futuro comerse el crono de la misma. Va por ti David. Seguiremos compartiendo Km con la misma ilusión.

Agradecimiento especial a Iker e Imanol por su exquisita atención a David en momentos poco agradables para él. Mila esker bikote.

Sobre la organización y la afición del Goierri creo que ya todo está dicho. Marcando la diferencia cuidando los pequeños detalles. Zorionak denoi.
 

Gora KKT eta gora KKT-roak