Ya han pasado unas semanas desde mi primera carrera y como
el blog de KKT últimamente está un poco necesitado de crónicas, he decidido
escribir mi experiencia.
Todo empezó en una fría noche de invierno, en enero más o
menos. No me acuerdo muy bien, pero seguro que alguna buena cena o algún buen
poteo tuvo algo que ver… Llevaba bastante tiempo intentándolo, pero no me
decidía. Incluso un par de veces empecé la preparación pero al poco de empezar
tuve que dejarlo por problemas físicos. Pero esta vez iba en serio, estaba
decidida de que lo iba a lograr.
El primer mes de preparación fue un poco raro, no lo tenía
del todo claro; no sabía si decírselo a mis aitas, pero ellos (sobre todo mi
ama) algo se olían. Hasta que al mes me hice el primer test y dio OK. Cuando
les dije a mis aitas mis intenciones les pilló un poco de sorpresa. Yo creo que
a estas alturas de la vida no se lo esperaban; pero que se le va a hacer, una
hija es una hija. Tampoco creo que les costó tanto aceptarlo.
Me esperaban nueve meses para prepararme a tope, y aunque
hay muchos entrenadores que están deseando captar nuevos talentos, no me dejé
engañar y decidí entrenarme a mí misma. Nada de entrenamiento científico, todo
por sensaciones; aunque algún que otro control tendría que hacer. Empecé
cambiando algunos hábitos, sobre todo el tema de la alimentación, no pasarme
con el alcohol (tampoco os creáis que antes de esto era una alcohólica!!), y sobre
todo descansar mucho. Los primeros tres meses fueron los más difíciles. Al
principio al cuerpo le cuesta adaptarse y el cansancio se nota. Llegas a casa y
estas deseando echarte en la cama para descansar. Pero la ilusión y las ganas
pueden con todo, y poco a poco las sensaciones fueron mejorando.
Ha sido curioso, pero en estos nueve meses he ganado
bastante volumen y peso, he engordado tres kilitos. Casi nada!! Pero para este
tipo de carreras es fundamental, o si no estás perdido, lo tienes difícil para
llegar a meta!! En los controles que he hecho para ver mi estado de forma he
visto cómo iba mejorando. Es una pasada hoy en día como te controlan, que
maravilla!! También me han hecho varias analíticas, por si me faltaba hierro y
me sobraba glucosa. Todo controlado!! En cuanto a los entrenamientos, nada
nuevo. En los últimos meses he hecho bastantes entrenamientos nocturnos, y he
ido alternando entrenamientos cortos con descansos. Yo lo he llevado bien, pero
mi ama ha sido la que más ha sufrido durante estos nueve meses. Mi aita me ha
ayudado en lo que ha podido, pero tampoco se ha agobiado mucho. Mi ama sí, me
ha apoyado en todo lo que ha podido y más. Es que al final amatxo, solo hay
una!!
A medida que se iba acercando la “gran cita” en casa se
palpaba más nerviosismo. Pero como los test habían salido bien y mi preparación
iba por el buen camino no era para tanto. Mi hermana, que durante muchos meses
ha pasado bastante de mí, en las últimas semanas también estaba más preocupada.
Es normal, la fecha de la carrera de mi vida se estaba acercando. Yo sabía que
estaba bien. En un principio el gran día
iba a ser el 22 de octubre, pero como ya me veía preparada decidí que el día
iba a ser el 11 de octubre, la víspera del día de los de allí jeje… Tenía claro
que no les iba a dar esa alegría y lo iba a dar todo por acabar la carrera
antes de las doce de la noche. La noche anterior (el día 10) sufrí una pequeña
pérdida de líquido (deshidratación leve), y mis aitatxos se pusieron un poco
nerviosos. Pero yo estaba tranquila,
estaba segura de que todo iba a salir de maravilla.
Por fin llegó el gran día!! Que ganas tenía!! A las 8 de la
mañana más o menos dieron la salida. Qué nervios!! Me pusieron un pulsómetro
(gentileza de los organizadores!!!) para tenerme controlada y no sufriera
excesivamente. Las primeras horas de carrera las hice tranquilamente,
controlando, de menos a más, a unas 130 pulsaciones por minuto, con algún
cambio de ritmo cada media hora, subiendo las pulsaciones a 160/165. Como todo
iba controlado, aproveché para hidratarme y alimentarme bien, porque sabía que
cuando llegase la parte más dura no tendría ni ganas ni tiempo para ello. Iba cómoda,
pero poco a poco los kilómetros y el cansancio se iban notando. Hasta que a las
5 de la tarde la carrera dio un gran giro. Las buenas sensaciones y el ritmo
controlado dieron paso a intensidad. La carrera empezó a hacerse dura, los
momentos intensos cada vez eran más frecuentes, subiendo el pulso hasta las 180
p/m. Pero yo lo llevaba bastante bien, peor lo pasó mi amatxo, que en cada “sacudida”
sufría como si estuviese en los últimos kilómetros de un maratón. Mi aitatxo,
como mejor podía, nos daba ánimos para que el sufrimiento se hiciese más
llevadero. Y así, poco a poco fui haciendo kilómetros. Cada vez veía más cerca
la meta, y como mi amatxo se empeñó en que tenía que acabar la carrera antes
del 12 de octubre (día de los de allí), puso toda la carne en el asador!! Me
animó y me empujó como nunca. Yo también lo di todo, no os creáis que fue un
paseo!! Cuando aquello se ponía duro el pulso se me aceleraba hasta las 185
p/m. En los últimos kilómetros había poco terreno para recuperar, apenas había
descansos. Ya no quedaba nada para la meta, “un esfuerzo más y ya está!!”
escuchaba. Es una pasada cuando ves tan cerca la meta, se te pone la piel de
gallina. Y sobre todo cuando sabes que tus aitatxos te están esperando con los
brazos abiertos. “Venga, que ya está!!”, “Un último esfuerzo!!”… no paraba de
recibir ánimos, qué pasada!! Se puede decir que en los últimos metros mi amatxo
me llevó en volandas. Me empujó con todas sus fuerzas, dándolo todo por mí!! Mi
aitatxo también estaba allí, animándonos a las dos. “Ya le veo venir!!” le
decía a la ama.
Por fin lo conseguí, terminé mi carrera a las 22:55 del 11
de octubre. Nada más cruzar la meta me tiré encima de mi amatxo. Nos fundimos
en un abrazo. Qué bonito!! Al vernos tan tiernamente, al aita le salieron
algunas lagrimillas de la emoción. No olvidaré nunca ese momento. Son
situaciones por las que merece la pena tanto esfuerzo y sacrificio, son momentos
únicos. Ya está!! Todo había salido de maravilla, que era lo más importante. El
tiempo empleado era secundario, y ya no digamos la clasificación. Nada más
acabar la carrera no pararon de llegar felicitaciones, y como no, no podían faltar
las odiosas comparaciones (“corre como
su padre”, “tiene la misma zancada que su hermana”…). Pero me daba igual. Yo
necesitaba recuperarme, necesitaba comer y dormir. Y a ello me he dedicado en
estas semanas post-carrera. Ahora puedo decir que ya estoy preparada para la
carrera más importante, la carrera de la vida. Eso sí, espero que no haya sido
ni mi última carrera ni mi única crónica. Ah, y como dice mi aitatxo, HAN IE!!
LAIA AZURMENDI ZALDUEGI
5 IRUZKIN · COMENTARIO:
ZORIONAK LAIA!
Eta zenbat poz eta zorion eman diguzun guztioi! Zalantzarik ez dut orain hasi duzun karreran bikain arituko zarela, entrenatzaile zoragarriak dituzu, ekipo bikaina osatzen duzue. laguntzaileok hor izango gara animoak ematen. Gauzatxo bat, nahiz eta niri karreretako markak larregi ez arduratu pozten nau zure lehen lasterketa urriaren 12a baina lehenago bukatu izatea.
TXINTXUA IZAN. Baina ez larregi!
Ongi etorri Laila!para serla primera cronica,no esta nada mal.Esperamos muchas mas.
Zorionak Laia eta ongi etorri kkt taldera lasterketa bikaina ondoren opatzea gelditzen zaigu eta larunbat honetan zure talde kide direnak ezagutzeko aukera izango duzu
Besterik gabe
Han Ie
Itzela!! Kronika zoragarri Laia!
Zer gehiago esan? Lehenengoa irabazi dozula eta parte hartuko dozun lasterketan seguru nagoela galanta disfrutatuko dozula taldekide eta botillerue primerakuak dituzu eta ;)
Hametikan, kktean arro arro gaoz fitxaje barriarekin musa bezala heldu baitgaituzu.
Besarkada haundi bat amatxo, ahizpa, eta botilleruei ;)
Unas palabras a Laia:
Nunca pensé que un día te fuera a escribir a no ser de unas meras palabras de felicitación por cumpleaños o algo así. Y ni siquiera esto último me parecía probable Pero la narrativa de tu primera carrera me ha emocionado lo suficiente como para dedicarte unas líneas. Decirte que me ha encantado tu capacidad para contar una "crónica deportiva" con tanto sentimiento y emoción. Enhorabuena también al autor por su estilo de redacción. Para que luego digan que los y las deportistas no tienen buena pluma ¡!!!
Publicar un comentario